Entrada 9 – Llegó el día y descubrí mi medicina –

  • Mara: chicos, esta noche nos vemos.
  • Ray: ¿al final quien estamos para jugar?
  • Kevin: yo no.
  • Catia: ¿cari?
  • Kevin: jajaja
  • Yo: ¡que nerviosa estoy!
  • Mara: tranquila Samanta.
  • Catia: ¡chicos tenemos que ganar! Pelear hasta el final.
  • Kevin: ¡ay mi niña! No le gusta perder ni a las canicas.
  • Catia: enserio chicos empecemos con una victoria.
  • Ray: ¿quedamos a las 19:00 PM?
  • Yo: manda Catia, es quien conduce.
  • Mara: bueno… jajaja
  • Kevin: cariño a las 19:00 PM de hoy ¿eh?
  • Catia: vale ya ¿no?
  • Yo: si es que te conocemos mucho.
  • Catia: bueno, pues salgo ya.
  • Kevin: todos sabemos que es mentira. jajaja.

Saber que hoy es el primer partido me pone muy nerviosa. Llamo a Cat para saber a que hora vamos a quedar nosotras. ¡Vaya novedad! No tiene ni idea, me ira contando durante el día. Todos sabemos que llegaremos tarde jajaja.

  • Cat?
  • Dime
  • ¿Sabes que son las 19:05 PM?
  • Tía ya lo se, enseguida salgo para tu casa.
  • Jajaja.

Madre mía, la que le va a caer cuando lleguemos. Las 19:05 PM y aun nos queda el viaje jajaja.

  • jolín tía, se me fue el tiempo. Entre que me preparé, paré a echar gasoil, lo uno lo otro…
  • Cat, tu y tu puntualidad jajaja. Pero tranquila yo te quiero igual.
  • Ahora en cuanto lleguemos les digo que me tuviste parada en tu puerta más de media hora. Jajaja.
  • ¡si hombre! Que es mi primera impresión, a mi no me culpes.
  • Que si, luego les digo que eres muy maja. Es que voy a tener que escuchar a Kevin y grrrr…
  • Haz lo que quieras no te van a creer. Jajaja.
  • Ya lo se, pero si lo acompaño con la carita del gato de Shrek…
  • Jajaja Cat eso no te pega y lo sabes.
  • Joder! No ayudes tanto ¿eh? Jajaja.

Como era de esperar, fue llegar y cayeron las reprimendas. Cuarenta y cinco minutos tarde. Pero todos sonreían. Cuando terminaron las bromas a Catia, se fueron acercando y presentando.

Cuando ya me estaba encontrando cómoda con el ambiente y la gente. Porque todos son muy agradables y me tratan como si me conocieran de siempre. Estaba tan relajada, que había olvidado por que estábamos allí, cuando de repente; veo que entran cuatro chicos con el mismo polo puesto. Y recuerdo que tenemos un partido por delante.

Mis piernas se convirtieron en gelatina y tengo que sujetarme fuerte al taburete. Las manos me sudan y la espalda se me puso rígida. Kevin se da cuenta, se acerca con una sonrisa. _ tranquila Sami, solo vamos a echar un buen rato entre amigos. Le sonrío como puedo y chocamos los cinco.

Ray nos llama para preguntar cual de los cinco descansamos, para que jueguen los cuatro restantes. Mara decide ponerse ella de suplente para ir atendiendo el bar mientras dura el partido. Después Catia y Ray deciden en el orden que vamos a jugar. Los primeros cuatro partidos son individuales. Uno de nuestro equipo, contra uno del contrario.

Empieza jugando Ray. Pero sale primero su adversario; y el chaval se ve bueno. Su primera tirada es fuerte. Juegan al 501. Y de primeras baja ciento cuarenta puntos. Cuando veo tirar a Ray me gusta. Se le ve confiado y seguro de donde apunta. Al final por muy poquito pierde Ray.

La segunda en jugar soy yo. Intento relajarme para poder tomar el control de mi cuerpo. Me encamino a la línea de tiro, apoyo el pie derecho detrás de ella, me inclino un poco hacia delante, dejando caer todo el peso de mi cuerpo sobre la pierna derecha. Deslizo ligeramente la pierna izquierda hacia atrás, y apoyo la puntera. Una vez estabilizada; subo el brazo derecho y coloco el dardo frente a mis ojos. Con un ángulo de noventa grados. Cuando apunto hacia el número que me quiero dirigir, la punta de mi dardo no para de bailar. ¡Mierda! Esto no pinta bien. Si mi mano no deja de temblar no voy a dar una. Lanzo con fuerza y ¡PAM! Efectivamente el dardo pega de plano contra la diana y cae al suelo. (Bravo Samanta, quieres relajarte por favor). Mis primeros tres dardos no han sido muy buenos, espero que esto vaya en ascenso sino…

Al prepararse mi adversario para su tirada, Cat se acerca.

  • nena, tranquila es un juego. Aunque mi primer dardo bailaba mas que el tuyo y lo lance en dirección contraria a la diana.
  • ¡ala! Exagerada.
  • En serio, Sami, estaba con un flan.
  • No se porque estoy así.
  • Piensa en cuando jugamos solas. Y respira hondo para controlar el tembleque. A mi me funciona.

La partida va mejorando por momentos. Ya me voy haciendo al ambiente y vuelvo a ser dueña de mi cuerpo, pero desgraciadamente pierdo.

La cosa no ha empezado bien, pero a mitad de partido hemos remontado y estamos empate a cinco. Ahora empieza el Cricket y este es mi juego. Kevin y yo peleamos en esta, contra dos del equipo contrario.

  • vamos Sami, tenemos que ponernos por delante.
  • Sales tú, intenta cerrar el veinte y a la que tire yo, intento cerrarlo y puntuar.
  • Vale, vamos a procurar llevar siempre ventaja.

Lo cierto es, que estamos bordando la partida. Ni falla uno, ni falla el otro; eso hace que cada vez cojamos mas seguridad a la hora de tirar y los dardos van solos, saben el camino a la perfección.

  • ¡toma! ¡Toma! ¡Toma! Vamos chicos, dos más y el partido es nuestro. (viene Catia gritando hacia mi, y de un salto se sube encima)

Miro a la pantalla de la maquina y la siguiente partida me toca jugar de nuevo con Cat de pareja.

  • vamos Cat, esta es nuestra.
  • ¡vamos coño!

Me parto con Catia, es súper competitiva y no le gusta perder ni a las canicas. La partida empieza bien, vamos por delante. Pero de repente Adrián hace una jugada que nos parte en dos. Y cuando intento arreglarlo no acierto del todo. El compañero remata la jugada anterior de Adrián. Y Cat no fulmina con la suya. Por poco ganamos pero finalmente somos derrotadas.

  • mierda Sami, estábamos ahí.
  • Ya, pero no entraron las últimas.
  • No pasa nada hay mas opciones. Empate a seis.
  • ¿Cuántas partidas hay?
  • Quince, dos mas y ganamos.

La siguiente la juegan Kevin y Ray. Penaron un poco pero se concentran, afinan la puntería y se hacen con la partida. Subimos uno más en el marcador. Cat empieza alterarse, ha visto que juega la siguiente con Ray, y coge a este la cabeza entre sus manos, le clava la mirada y le dice: – vamos tío, ganamos y ya vamos tranquilos para el final. Uno más Ray, uno mas… los adversarios son los dos mejores del equipo contrario. El partido pinta intenso.

Después de mucho nerviosismo, intriga y emoción; conseguimos ganar. Y el marcador final es de 9 – 6. Todos gritamos, saltamos y nos abrazamos. ¡Que contentos estamos! Felicitamos al equipo contrario por el buen partido que todos hemos jugado.

En las siguientes horas, juntos disfrutamos de unas cervecitas y poco después de marcharse los chicos del otro equipo Kevin, Catia y yo también nos vamos. Me despido del equipo y quedamos para la semana que viene.

  • Kevin: ¿cariño donde has aparcado?
  • Cat: a la vuelta.
  • Kevin: yo lo tengo en la esquina. Ten cuidadito ahora en carretera.
  • Cat: tranquilo, te mando un mensaje cuando este en casa.
  • Kevin: nos vemos Samanta, has jugado increíble.
  • Yo: espero estar menos nerviosa en el próximo.
  • Cat: te vas a hinchar de que eso ocurra. Jajaja
  • Kevin: jajaja, cada vez irán a menos los nervios. Todos lo hemos pasado.
  • Yo: nos vemos pronto.
  • Kevin: tener cuidadito chicas.
  • Cat: ciao amor.

Estoy en la cama y aun sigo agitada. Tantas emociones, sentimientos nuevos y un bien estar al que hace mucho que no lo veía venir a visitarme. Buena gente, buen ambiente, competición, risas, dardos, alegría, compañerismo y amigos. Ya tengo día favorito de la semana. No me he acordado de nada, hoy solo hubo luz. (Oscuridad este será tu día de descanso)

¡QUE GRAN MEDICINA!

 

2 respuestas a “Entrada 9 – Llegó el día y descubrí mi medicina –

Add yours

Deja un comentario

Crea una web o blog en WordPress.com

Subir ↑